
Nuestra zona facial va perdiendo luminosidad y uniformidad en el tono de la piel, pero por suerte, es algo que está en nuestra propia mano evitar con una buena limpieza facial.
Para que nuestra piel no pierda su tono y brillo, debemos tener muy presente la importancia que tiene hacernos una buena limpieza facial y tomarlo como un hábito más en nuestro día a día. Sin embargo, por mucho que te limpies a diario debes hacerte una limpieza profesional.
Pese a que día a día te esmeres en tu limpieza facial cotidiana, siempre se quedan residuos que pueden cerrar los poros e interferir en la salud de la piel. Estos residuos se van acumulando y formando manchas y puntos negros que van robando luminosidad a la cara.